7 grandes razones para no volver a comer el pan blanco



Casi todo el mundo come pan blanco: desde el desayuno hasta la cena, se come con unos pocos ingredientes o untables encima o en forma de infinitos sándwiches. Pero la realidad es que se trata de uno de los enemigos principales de una dieta saludable. El pan blanco se hace con harina blanca refinada que contiene varios componentes químicos perjudiciales y muy poco nutrientes y fibra dietética, esencial para un sistema digestivo saludable y un metabolismo estable. A continuación, algunas razones para reemplazarlo por el integral.

1. Tiene un mínimo aporte nutricional. Su componente principal es harina blanca enriquecida, a la cual se le quitan todos los nutrientes originales y se los reemplaza por un puñado de vitaminas (de ahí el “enriquecida”). Esta harina está hecha de endoespermo, un componente de las semillas que es básicamente almidón. El pan integral, en cambio, contiene el endoespermo así como el grano y el germen, que están llenos de fibra, proteína, grasas saludables, vitaminas y minerales.

2. Es uno de los responsables del aumento de peso. Una cantidad significativa de estudios han mostrado una correlación entre el hábito de comer grandes cantidades de pan blanco y el aumento de peso, debido a que el metabolismo se vuelve lento y empieza el almacenamiento de grasa.
3. Está repleto de aditivo y conservantes. Por lo general, el pan blanco está lleno de aditivos como mono y diglicéridos, DATEM, peróxido de calcio y sulfato de amonio, que no tienen ningún aporte nutricional. Su única función es la de evitar que el producto se mantenga por más tiempo en la góndola.
EL pan blanco contiene una gran proporsión de alto índice glucémico que hacen que los azucares se liberen rápidamente en el torrente sanguíneo.
Comen pan blanco es similar a comer cartón.
4. No tiene gusto a nada. Si somos sinceros con nosotros mismos, el sabor del pan procesado deja mucho que desear. Puede que nos resulte sabroso porque estamos acostumbrados a ingerirlo con una impresionante cantidad de aderezos e ingredientes extra. Pero si hiciéramos lo mismo con el pan integral, tendríamos como resultado un bocadillo mucho más sabroso.

5. Está blanqueado químicamente. La harina utilizada para hacer pan blanco es químicamente blanqueada, al igual que un blanqueador de ropa. Cuando estás comiendo pan blanco, también estás comiendo blanqueador químico residual. Hay muchos agentes blanqueadores utilizados en la su fabricación. Uno de ellos es el óxido de cloruro que, en combinación con cualquier proteína que aún queda en la harina, produce la enfermedad llamada alloxan.
6. Contiene aditivos tóxicos como el bromo. El bromo es el elemento químico numero 35, que a temperatura ambiente es un líquido rojo, volátil y denso, tóxico para humanos y animales
7. La intolerancia al gluten provoca cansancio, dolores abdominales, diarrea, reflujo gastroesofágico, problemas articulares, eccemas e incluso trastornos neurológicos. El trigo moderno, resultado de procesos híbridos, se ha seleccionado por su riqueza en gluten. El gluten es una mezcla de proteínas. Cuanto más gluten haya en la harina, más fermenta el pan y se vuelve más elástico y esponjoso. El pan parece más apetitoso, más hinchado y, por tanto, se vende mejor. El problema es que el sistema digestivo de muchas personas no tolera las cantidades de gluten que presenta el pan moderno. La intolerancia al gluten provoca cansancio, dolores abdominales, diarrea, reflujo gastroesofágico, problemas articulares, eccemas e incluso trastornos neurológicos.
Consejo: Si el pan forma parte de tu alimentación, el pan integral y otros hechos con espelta, avena, maíz, trigo integral, etc, son los más recomendables.


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