Lloramos porque la vida nos golpea muy fuerte, porque hemos perdido a algún ser querido, porque lo hemos perdido todo, porque se nos ha roto el corazón, etc..
Llorar a veces es muy importante y bueno para sacar toda la angustia que llevamos dentro, para librarnos de sentimientos oprimidos, para sacarlo fuera y que nos purifique el cuerpo y alma. Ésto obviamente no significa que seas débil, si no que eres valiente e incluso fuerte, ya que se posee una grandiosa virtud llamada compasión, lo cual puede ser por uno mismo o por los demás con la empatía. Significa también que hay una fuerza fuerte emocional que te acompaña en la vida y que se manifiesta en todas las situaciones que por empatía te envuelves o por la sensibilidad que posees.
Pero no podemos permitir dejar que todo el dolor se nos acumule dentro del corazón, ya que terminaría hundiéndonos, y es cuando hay que saber en qué momento ya ha sido suficiente, o a veces demasiado y poner fin a nuestro duelo.
Principalmente, tenemos que dejar de llorar para poder ser capaz de ver el brillo del sol, las estrellas, la belleza, la felicidad que nos rodea, y verlo con un enfoque más maduro y con más aprendizajes, dejando de mirar todos los pedazos rotos de nuestro ser apartando los ojos de la tristeza.
En segundo término, necesitamos valorar si las lágrimas son por quien lo merece o no, o por situaciones que lo ameriten o no, porque quizás hemos entregado todo a algún proyecto, a algún Amor, a alguna causa y no ha sido bien valorado, entonces nos damos cuenta que es momento de dejar las lágrimas atrás aterrizando en la realidad de los hechos mirando más allá hacia el horizonte para darnos cuenta del rumbo al que caminamos.
Algo que debo agregar es que, la vida es una mezcla de diferentes emociones y sentimientos, y que la tristeza también es parte de la vida, ya que como lo hemos mencionado al inicio, puede ser muy bueno para purificar el alma, el corazón, pero no agrademos las situaciones de tristeza, no demos prioridad al dolor en nuestras vidas, debemos poner los ojos en la belleza de la vida, en las alegrías y en la esperanza de un mundo mejor, porque finalmente, después de la noche, y cuando más oscura es la noche, es señal de que está próximo la magia de un nuevo amanecer.
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