Reflexion: Si dos personas están destinadas a estar juntas, aunque tropiecen mil veces, igual se encontraran al final del camino

Lo anterior es el titulo que presenta un contenido al desnudo de mi alma que hoy he abierto para manifestarlo en palabras desde la profundidad de mi ser.
Hoy voy a ponerme romántico en el sentido divino y a desnudar mi alma para escribir lo que mejor sé hacer, amar sin limites, sin condición, simplemente amar y nada más.
Lo que a continuación redactaré no precisamente significa que sea así, pero lo haré desde mi perspectiva, según mis vivencias,según mis experiencias, según el camino que me tocó andar.

Creo en  la existencia de Almas gemelas, quienes acompañamos y nos acompañan en todo nuestro andar por la vida, pero antes de llegar a ella, creo en las almas afines quienes nos enseñan a perfeccionar nuestra sabiduría, quienes nos preparan para el encuentro o reencuentro con nuestra alma gemela, que no necesariamente puede encontrarse en éste tiempo, en éste mundo, incluso en nuestra misma condición humana, pero que estamos destinados por Amor, a unirnos en un solo ser.
Hay alguien especial para cada uno de nosotros y que pertenecemos generalmente a diferentes generaciones y que viajamos paralelos a través el tiempo en las inmensidades celestiales preparándonos para encontrarnos de nuevo en algún punto de nuestra existencia como almas, y que aunque el aspecto de cada uno pueda ser diferente, el corazón lo reconoce, porque hemos estados unidos por los vínculos de la eternidad desde en la antigüedad de los tiempos, y que nunca podremos abandonarnos.
Es muy posible que nuestra mente exclame; no te conozco!, pero nuestro corazón da un vuelco para perder toda noción del tiempo y espacio porque se le reconoce como parte de si mismo, como su complemento perfecto, se sacuden los átomos de cada ser, se pierde importancia para todo lo demás, y es en ese instante en que a través de los ojos vemos un alma gemela a través de los milenios.
El vínculo se siente porque intuimos las posibilidades que se nos despiertan, sentimos el vínculo que nos une, pero aún con ésto, también es posible que la otra persona no lo vea o lo sienta, porque su intelecto, sus temores, sus sentidos forman un velo que cubre los ojos de su corazón y tal es la fragilidad del destino que podrá seguir su camino sin poder reconocer, pero algo que debemos muy bien saber es que, todos tenemos nuestros tiempos, y nuestras formas, y quien despierte primero, quien reconozca primero, tiene la responsabilidad de respetar esos tiempos y esas formas.
Sin embargo si ese reconocimiento se da de ambas partes, la pasión que surge de ese esperado encuentro supera toda energía conocida y que se libera de forma inmediata para resplandecer con toda intensidad, en ese momento, nos invade un sentimiento de familiaridad, un sentimiento donde la felicidad y la tristeza se fusionan para dar paso a una nueva manifestación de Amor el cual supera todo limite de conciencia y entonces de forma intuitiva, podemos saber lo que el otro piensa, sabemos qué decir y sabemos las reacciones, sentimos una plena confianza y una plena seguridad de ser, algo que con otras personas nos tomaría meses o incluso años trabajandolo
El encuentro no es precisamente un escenario representado ya con alguna película de romance, porque incluso no todo el  mundo esta preparado para percatarse de ese divino encuentro, y que ese contacto que nos despierta puede ser cualquier ser, incluso un hermano, una amiga, o de un Amor que a través de los siglos llega para recordarnos que siempre hemos estado unidos y que permaneceremos siempre juntos por toda la eternidad...
No pierdas la fe, no pierdas la esperanza, no pierdas tu esencia, que nadie te cambie tu forma de ser, pero sobre todo, que nadie cambie tu forma de sentir.... Palabras dictadas desde el corazón, escribe Fk Hernández. 





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