Para ti preciosa hija mía

Si siendo mujer tienes una hija, 
no has de buscar su devoción, 
su futuro a tus ejemplos no debes condicionar, 
a una mujer eso no hay que pedírselo.

En tu espejo ella se verá, 
elegirá y no cederá a obligaciones forzadas 
en algo que naturalmente se le da,
lleva el instinto de Madre consigo, siendolo o no aún,
y cuya función es procurar a su alrededor.

Si felíz realmente la quieres ver, 
haz de ayudarle a preparar su tierra con sus propios elementos, 
a un árbol no se le injerta nada en la raíz, 
se deja que la semilla caiga naturalmente
que el viento la transporte a donde es su sitio 
y que encaje en buena tierra, pero sobre todo con el buen cuidado.

Muestrale los caminos andados por su sangre 
y todos los demás para que ella sea feliz, 
heredale tu memoria pero nunca tus caminos, 
te llevará en la sangre por lejos que se vaya.

Nada apreciará más una hija de su madre, 
como que le corten las cadenas de herencia, 
las plantas crecidas en una misma maceta 
que terminan por asfixiarse, 
deja que busque la suya, 
deja que comience otra historia, 
deja que florezca y ese será 
su mejor homenaje a tu Amor por ella.

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